Por Antonio Murcia.
Departamento de Cultura Clásica
Seguramente hemos acabado empachados estas fiestas de desearnos los unos a los otros unas felices navidades o un feliz año nuevo en vivo o en pantalla. Pero la mayoría de hablantes no somos conscientes de lo que significa en origen el adjetivo castellano feliz (valenciano feliç, italiano felice o portugués feliz).
En el latín más antiguo el adjetivo felix significaba “fecundo, que produce fruto, fértil”. En la Antigüedad se hablaba, por ejemplo, de la Arabia Felix, la Arabia Feliz (los actuales Yemen y Omán), que no se caracterizaba por el bienestar de sus habitantes, sino por el hecho de no ser tan seca como el resto de Arabia y ser , por tanto, fértil y fecunda.
Ya en época imperial felix se especializó en el sentido de “favorecido por los dioses, feliz” dejando el sentido original a otras palabras de significado parecido como fecundus (“fecundo”), ferax (“feraz”), fertilis (“fértil”).
La raíz indoeuropea de esta palabra se reconstruye como *dhe(i)- con el sentido de “mamar, chupar” y pudiera estar en el origen de otras palabras latinas como femina (“hembra, mujer”) o filius, filia (“hijo, hija”) bastante relacionadas con la fecundidad, sin duda.
Por lo tanto, cuidado con lo que pedimos para los demás al desearles feliz año nuevo, porque quizás les estemos augurando un fértil y fecundo futuro…
BIBLIOGRAFÍA:
A. Ernout, A. Meillet: Dictionnaire Étymoloqique de la Langue Latine, Paris, 1985
E. Roberts, B. Pastor: Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española, Madrid, 1996