Bouba y Kiki

Por Paco Gómez.

Departamento de Biología

iesperemariaorts.

¿Por qué llamamos “mesa” a una mesa o “perro” a un perro? La relación entre una palabra y el objeto que designa parece arbitraria, es decir, parece que no exista relación alguna. ¿Pero ocurre lo mismo con “pico” o “bola”?

De las dos figuras siguientes ¿cuál se llama Bouba y cuál Kiki? Entre el 95 y el 98% de las personas encuestadas, independientemente de su edad, del idioma que hablen o de la cultura a la que pertenezcan, proporcionan exactamente la misma respuesta. ¿Es casualidad?

Tal abrumadora mayoría de una respuesta sobre la otra no puede ser casual. La razón es que los cambios en la dirección visual, ya sean abruptos o suaves, cuando miramos los dibujos, imitan los cambios fonéticos, es decir, de sonido, cuando pronunciamos sus nombres.

Este “efecto bouba/kiki” puede dar una pista vital sobre los orígenes del lenguaje, porque sugiere que nuestro cerebro relaciona de forma natural los objetos y los sonidos.

El efecto bouba/kiki también ilustra una afección llamada sinestesia, que consiste en mezclar experiencias sensoriales. En este caso se mezclan automáticamente dos sentidos: vista y oído. De la sinestesia hablaremos con mayor extensión en un próximo artículo.

Por cierto, ¿has contestado ya a la pregunta sobre quién es Bouba y quién Kiki?

Saber más: El extraño fenómeno de la pregunta que todos respondemos igual y que podría ser el eslabón perdido del lenguaje en http://www.bbc.com/mundo/noticias-39644484.

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