Título: La vida es sueño.
Autor: Pedro Calderón de la Barca.
Alumno: Rocío Rodríguez Piñero.
Profesor: Moisés Real.
Curso: 3 ESO L.
Género: teatro.
Una chica llamada Rosaura que va vestida de hombre y acompañada de Clarín llega a Polonia. Se dirigen a un edifico que ven del cual sale ruido de cadenas y una voz tenebrosa. No saben si quedarse o huir, al final se aproximan y ven a un hombre encadenado (Segismundo) el cual quiere saber cuál es su delito. Rosaura se queda impresionada de la historia, pero Segismundo quiere matarla pero cuando la oye hablar se enternece y la suelta, cuando llega Clotaldo el alcaide de la prisión.
El alcaide quiere apresarlos pero Rosaura al entregarle su espada este la reconoce y la pregunta quien se la ha dado, ella dice que se la dio Violante, entonces Clotaldo sabe que es su hijo como no sabe si matarlos o no van a ver al rey Basilio, es un estudioso de las matemáticas y de la astrología y es capaz de leer en los astros. Segismundo está encerrado porque cuando nació, Basilio vio en los astros que iba a ser un rey cruel y malvado y entonces su padre lo encerró en la torre siempre cuidando sus necesidades. El rey recapacita saca a Segismundo de la torre y le dice que es su hijo y que va a ser el heredero del trono. Le dan una pócima a Segismundo y se duerme llevándolo a la habitación, al despertar entra en ira y quiere matar a Basilio.
Entonces llega Estrella y Astolfo cuando va a darle la mano a un criado se interpone y lo lanza por el balcón. Llega el rey y al enterarse de lo ocurrido le dice que tiene que ser más humilde ya que puede estar viviendo un sueño y no ser real. Lo vuelven a enviar a la torre, unos subidos lo liberan y van a la guerra, Segismundo repone el honor de Rosaura. Basilio decide quedarse y humillarse ante su hijo, este recapacita y le dice a su padre que si quería evitar que fuera cruel no debió encerrarlo. Segismundo se humilla ante su padre y él lo acepta como príncipe. Segismundo dice que toda la dicha humana pasa como un sueño y hay que aprovechar al máximo lo que dura pues todavía teme despertar un día en prisión.